La Colónia de Sant Jordi situada al sureste de la isla, nació como un pequeño puerto de pescadores y actualmente es una conocida zona turística.

Está delimitada a ambos lados por playas, rodeada de aguas cristalinas, con sus pequeños islotes y sus playas de arena y bella vegetación para el deleite de sus visitantes. Tiene algunas de las playas más emblemáticas de Mallorca, como Es Trenc, Es Dolç y Es Carbó.

Cuenta con un pequeño puerto pesquero desde donde salen diariamente las barcas hacia la isla de Cabrera para visitar el Parque Nacional Marítimo-Terrestre del archipiélago de Cabrera.

En frente del Hotel tenemos las salinas de S’Avall, las segundas más antiguas del mundo, puesto que su explotación fue iniciada por los mercaderes púnicos (siglo IV a.C.). La sal continuó siendo el principal motivo de interés para los romanos, bizantinos, árabes y cristianos. Estas mismas fuentes salineras por su importancia pueden explicar el origen etimológico del municipio. Su extracción todavía se lleva a cabo, con métodos tradicionales, a finales de agosto o principios de septiembre. Constituyen un frágil y valioso ecosistema protegido, formando parte del área natural de Es Trenc.

Cabe destacar como monumentos históricos los vestigios de poblados prehistóricos y protohistóricos: Talaia Joana y Es Talaiots de Na Mera, Es Mitjà Gran, Els Entigors, etc. Monumentos megalíticos de la cultura del bronce, que son indicios del origen de la agricultura y ganadería de Ses Salines.

Las fiestas de verano se celebran el primer fin de semana del mes de agosto.